NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO, SEÑOR DE JAÉN
- Francisco Galán
- 9 abr 2020
- 2 Min. de lectura
... Sucede en 1590, un anciano caminante apareció a las puertas de un caserío cercano al Puente de la Sierra (según unas versiones, ocurrió en la llamada Casería de Jesús, otras lo sitúan en un cortijo cerca de la Merced y que bien pudiera estar en la actual calle de Jesús). Agotado y a punto de desfallecer, pidió asilo humildemente para pasar la noche.
La familia se apiadó del pobre anciano y no dudó en acogerlo en su casa. Mientras compartían su cena con él, el forastero se fijó en un gran tronco que usaban como banco y exclamó: “¡Qué buen Nazareno saldría de ahí!”.
Le pidió a la familia que se lo dieran, para tallar una imagen de Jesús y agradecerles su acogida, pues según les dijo, era muy hábil trabajando la madera.
La familia accedió, y el anciano les dijo a sus anfitriones que no saldría de su habitación hasta haber terminado el trabajo, así que no debían preocuparse por él ni molestarle.
Transcurrieron dos días y el matrimonio comenzó a preocuparse. Nada se sabía del anciano, que no había solicitado instrumento alguno, y ningún ruido salía del cuarto.
Por fin, al tercer día, no pudieron esperar más y decidieron ir a ver cómo estaba el anciano. Encontraron la puerta abierta, penetraron con temor en la estancia y se quedaron boquiabiertos al encontrar la figura de Jesús apenas cubierta por un tosco sudario. Su cuerpo encorvado y cubierto de heridas y sangre; sus ojos, vidriosos y angustiados fijos sin ver en el suelo; su rostro contraído por el dolor, con los labios agrietados derramando su sangre por una de las comisuras.
El matrimonio buscó al anciano viajero, pero no lo encontraron por ningún lado. Lo que sí hallaron fue una nota escrita por él que decía: “A través de esta imagen, amadle con todo el corazón, en la seguridad de que nunca os abandonará”
La figura alcanzó una gran fama y fueron muchas las peregrinaciones al cortijo para contemplar la magnífica obra.
A la muerte del matrimonio, fue trasladado al Convento de la Carmelitas Descalzas, donde la gente acudía repleta de fe, a contemplarlo.
Óleo sobre lienzo, 34 cm x 20 cm. Galán, Collezione 2020
Para devoción particular. Disponible/En venta. 2020
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